martes, 15 de julio de 2008

Mi amigo César

César tiene unos 48 años y es el cuñado del propietario del bar de copas que tengo alquilado. Los dos vienen a veces a tomar unas cervezas. Cesar tiene pinta de buenazo. Es enorme, tiene la cara hinchada, la mirada apagada, le tiemblan las manos y no vocaliza del todo bien. Todos estos indicios, y el hecho de que sólo tome buckler, me hicieron sospechar que tenía algún desajuste.
Hace poco coincidí con él por casualidad en otro bar. Se me acopló y comenzó su conversación/testimonio que me demostró que los frikis ven en mí un confesionario. Eso me gusta.

César: (justo después de saludarme) ¿Tu me has notado algo raro?
Yo: (un poco sorprendido y cohibido) Bueno sí, ¿puede ser que estés en tratamiento de algo?
C: (como un toro saliendo al encierro) Es que soy bipolar y tomo pastillas para eso.
Y: Ya imaginaba algo así.... me refiero a lo de la medicación.
C: (después de ver que me lo tomé con naturalidad...) Además soy esquizofrénico. Se me nota en los ojos. Tengo la mirada rara.
Y: (mintiendo) Ah sí? pues yo no te había notado nada extraño en la mirada.
C: Tomo 16 pastillas al día. Eso me tranquiliza. Si no las tomara me llevarían al psiquiátrico. He estado allí 18 veces ingresado y no quiero volver más.
Y: ¿Cómo saben si te las tomas o no?
C: Cuando no me las tomo me pongo agresivo.
Y: ¿Te las has tomado hoy?
C: Claro.
Y: (aliviado) Qué bien, ¿no?
C: Sí. Cuando alguien me cae mal, o hacen alguna broma, les digo que soy esquizofrénico y que tengo episodios de violencia y me dejan en paz en seguida.
Y: ¿Yo te caigo mal?
C: Noooo. A ti te lo cuento porque me caes bien. Además hace mucho que no me pongo violento. Una vez intenté matar a mi mujer.
Y: ¿Sí? Pero no la mataste, ¿verdad?
C: No, intente darle un hachazo, por suerte no pasó nada. Luego me ingresaron. A mi hija también la intenté matar.
Y: Joder, pero tampoco pasó nada, ¿no?
C: No. Fue al principio de la enfermedad. Ella tenía dos años. La quería tirar por el balcón. Ahora con el tratamiento esas cosas no me pasan. Las pastillas de ahora no son como las de antes.
Y: ¡Qué bien! Oye, ¿y seguis casados?
C: Es una santa. Llevamos 22 años juntos. Mi cuñado y ella me han ayudado un montón. Cualquiera me hubiera abandonado y ella ha estado siempre a mi lado. ¿Sabes qué dijo una vez?: "Yo elegi casarme con él y viviré con mi marido hasta que me muera o hasta que me maté". Es una gran mujer.
Y: Joder César, eso no lo hace cualquiera. Vaya amor.

Luego la conversación derivó en otros asuntos menos interesantes para reproducir aquí. Fútbol, el precio de las cosas, los homosexuales, etc... Tomamos unos chismes y unas tapas, y después de una hora y pico de conversación me fui a casa pensando en César y en su mujer. Me imaginaba la escena del hacha, la de la niña colgada de los tobillos... No quiero sacar conclusiones de esta conversación. Pero sí que pienso en esa señora. ¿Es una prueba de amor seguir viviendo con un marido así? ¿Estará ella también perjudicada de arriba? ¿Una buena pensión consuela cualquier pena? Quizás esta última hipótesis sea un poco injusta, bueno y la anterior.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué passssa Chus!!!Soy Javier. Me gusta tu blog. Yo también tuve uno pero, como el primero que comentas, también fue un fracaso, pero bueno, ya llegará mi día. Pues lo dicho, está muy interesante.
Te mando un abrazo, Chus, cuídate y estamos hablando..por lo menos te leeré.. Otra cosa, me encantó el blog de Nico.

Pi dijo...

Más bien un poco fuerte todo.

Anónimo dijo...

hola cuñado! que padre que tengas un blog para que sepamos más de ti y no sentirnos tan lejos de la familia... Besitos para ti y para los niños....Cecy

Anónimo dijo...

Chus, soy tu hermano...por cierto, escucha una canción muy chula, es Hometown Glory y la artista es Adele.
Un abrazo fuerte de nuestra parteeeee

Pecosa dijo...

He dado con tu post y he empezado a leer desde el principio. Me ha enganchado y he pensado: "a ver qué más cuenta". Pero aquí ya he tenido que parar y escribirte... ¡Qué increíble! Realmente la realidad supera un millón de veces a la ficción... Y cuántos casos así deben haber...

Voy a seguir leyendo... Un saludo