martes, 8 de julio de 2008

La navarro-andaluza

La Navarro-andaluza es el sencillo y directo nombre de una línea de autobús que une Pamplona con Jaén. El que se inventó el nombre de la compañía no se quedó calvo. Pensaría "vaya mierda de nombres esos que no se entienden: ¿qué significa Alsa, Enatcar, etc...? Nada, vamos de Navarra hasta Andalucia y por tanto se llamará la Navarro Andaluza". Durante mi etapa universitaria la usé mucho. Además de un puñado de estudiantes, este autobús estaba lleno de temporeros que iban a la Ribera a coger esparragos, pepinos y demás juguetes sexuales. También iban pacientes de la Clínica Universitaria que viajaban toda la noche, llegaban a su consulta por la mañana y regresaban esa misma tarde. Dos mil kilometros y 36 horas sin descasar. Casi nada. En general casi todo eran caras cansadas y tristes. Pero el autobús siempre iba lleno. Cosa sorprendente sobre el papel, porque unir Pamplona con Jaén suena tan extraño como Zamora con Almería o Teruel con Córdoba.
Las pelis que ponían en ese autobus eran grabadas directamente de la tele. Intentaban ser cuidadosos con los cortes publicitarios, pero a veces al que le tenía que dar a la pausa al vídeo se le colaban varios anuncios. La gente sabía que era una peli de la tele, era evidente por la mosca, pero cuando salía la publi era como si un texto en la pantalla les recordara: "esta pelicula está pirateada de la tele, ese es el motivo por el que usted esta viendo este anuncio de Mimosín y de Fairy".
El encargado de seleccionar las pelis no era fan de la segunda cadena ni del programa de Garci. Solía piratear el Peliculón de Antena 3 y las de Cine de Barrio. En uno de mis viajes comprobé que era la tercera vez que me ponían Es peligroso casarse a los 60, de Paco Martínez Soría. En la parada de Esteras de Medinaceli, le dije amablemente al conductor: "Jefe, (a los conductores hay que llamarles como dios manda), es la tercera vez que veo en su autobús esta peli, ¿no tiene otra?"
El buen hombre, tragó saliva, me miró fijamente, y en un ataque de lógica me soltó: "Chaval, aquí cambian los viajeros, no las películas". Acojonante sentencia. Movió el palillo de dientes, tintineó la esclava de oro, y vi como sus rizos traseros golpeaban la nuca mientras subía los peldaños hasta el asiento. En el examen final nos pedían un comentarío sobre Blade Runner y la bioética, al día siguiente me tragaba una de Gracita Morales o de Sazatornil. ¿Alguien sabe si ya en esos buses usan el dvd? ¿Habran metido mano los ladrones de la SGAE también en esa compañía? Me encantaría saber si aún ponen vhs rancios y comprobar que no todo cambia tan rápidamente.

3 comentarios:

alicia_27_sg dijo...

Hola Jesús es la primera vez que leo un blog y por supuesto la primera vez que escribo un comentario. Me ha gustado leerlo y espero que sigas escribiendo, porque tú tienes muchas historias que contar. A todos nos ha pasado alguna vez, que en autobús nos han puesto la misma pelicula, suerte si las ponían. Te decian que no funcionaba, o que no tenian nada para poner, yo gracias a Dios no hacía muchos viajes largos en autobús. Bueno que no dejes de escribir. Besos. Ali.

Pi dijo...

Te faltó el mítico "pf! pf! pf! un dossss, tressss", ya sabes, el micrófono para informar la parada. Y si han puesto un dvd en esos grandes desconocidos que son para nosotros, pequeños y arruinados burgueses, los autobuses, seguro que no funciona algún auricular.

Anónimo dijo...

Si no estuvieras tan harto de pan y hubieras pasado las fatigas que pasó esa gente que dices q cogia objetos sexuales no te reirias tanto, esa gente iba a ganarse el pan a 800 kilómetros para poder darle un futuro a sus hijos, esa línea no se invento para llevar a vividores como tú y ponerle la última película del videoclub esa gente iba durmiendo en el autobús toda la noche porque cuando llegasen a su destino tenían q sacar todo de sus maletas y bultos e irse a trabajar. Asi que ten un poco más de respeto caradura.