sábado, 30 de agosto de 2008

Una noche en el Generalife

Mi madre me invitó la otra noche a ver un espectáculo flamenco en el Generalife. Actuaba Sara Baras. Mi padre no quiso ir (todavía no hay grifos de cerveza allí) y yo no tenía otra cosa mejor que hacer.
Antes de nada debo decir que una crítica mía sobre un espectáculo flamenco es como la que pueda hacer mi madre sobre un partido de fútbol. En todo caso mi criterio está ligado a las emociones y como en un par de ocasiones se me puso la piel de gallina pues eso quiere decir que la obra estuvo muy bien.
El inicio fue espectacular. Primero por la llegada a través de un precioso camino de cipreses iluminados que tienes que recorrer hasta llegar al teatro. Lo normal es ver la Alhambra iluminada desde el Albaycín, pero ver el Albaycín iluminado desde la Alhambra fue toda una experiencia.
La obra estaba dedicada a Lorca. Que en Granada un acto cultural no esté dedicado al poeta sería toda una sorpresa. Sólo falta que saquen el videojuego Lorca Street Fighter para terminar de sacar provecho de su figura.
Más que el baile me impresionó la música en directo y las tremendas voces de cantaores y cantaoras. Sara Baras se hacía esperar. A la media hora aún no había aparecido. Le dije a mi madre que seguro que iba en plan estrellita y que hacía como Canales, poner el nombre y bailar 5 minutos.
En eso llegó el momento más espectacular de la noche. Presentaron a las "monjas flamencas" que dicho así suena igual que un "gitano astronauta". Las monjas bailando flamenco es tan impactante como ver a Cristo dando botes en Jesucristo Superstar. Pero llegó el momento en el que las monjas se quitaron sus túnicas y se quedaron con unos vestidos escotados y ajustados por arriba, con vuelo abajo y con una raja en un lado que dejaba ver la pierna entera de las bailarinas. Madre mía qué cuerpos. Nunca pensé que se pudieran alterar las hormonas de tal manera en un espectáculo flamenco.

En eso mi madre y yo dedujimos que la monja de delante era por fin Sara Baras. Llegamos a la conclusión de que Sara era más bajita que sus bailaoras pero que tenía un cuerpo que quita el hipo. Y que a ella siempre le hacen vestidos preciosos.
Siguió el espectáculo y a los pocos minutos aparecieron sobre el escenario 15 bailarines con tricornio y túnicas hasta los tobillos. Ver bailar flamenco a la guardia civil también fue impactante. Hubo murmullos y risas cuando apareció la Benemérita con semejante ritmo. En realidad con las túnicas parecían clones de Dart Vader.
En la última parte de la obra salió una bailarina mucho más fea que el resto y que podía ser la abuela de todos. Mi madre y yo estábamos bastante descolocados. No se movía con la misma agilidad que sus compañeras pero se le notaba que hace años debió ser la caña. Terminó la obra y estábamos satisfechos con el espectáculo: ameno, intenso, emocionante a veces, música preciosa. Pero, ¿dónde estaba Sara Baras? Todo el público aplaudía al elenco y de pronto la veterana sale al centro y todo el mundo le da una ovación tremenda. En eso que de pronto me dio por pensar:
Yo: Mamá, ¿esa no es Cristina Hoyos?
Mamá: sí que se parece, sí.
Yo: ¿No será que hemos venido a ver a Cristina Hoyos en lugar de Sara Baras?
Mamá: Pues tu padre me dijo que eran entradas para Sara Baras. ¿Qué pone en la entrada?
Yo: Nada.
Mamá: ¿Y la monja?
Yo: Pues va a ser que no era Sara.
Mamá: Pero en todo caso ha sido muy bonito, ¿no?
Yo: Pues sí.


jueves, 28 de agosto de 2008

Para encontrar buenos frikys hay que venir al Sur

Frikys hay en todas partes, pero en el Sur son más numerosos y tienen más gracia. Acabo de venir de una tienda de electrónica. Iba buscando un chisme y la cola era larga. Gran momento para que Charly pegara la hebra hablando de su tocadiscos "daleao". Me ha contado que es de la marca "Yemini", americano, muy profesional porque lo ha visto en discotecas. Hace mucho ruido y está dudando entre hacerse un tatuaje o comprarse uno nuevo. Charly es de esos heroinómanos de los 80 con aspecto de Iggy Pop. Es delgado, cara huesuda, fibroso, con tatuajes poco trabajados por el cuerpo. No tiene aspecto de colgado pero sí de haber tenido una juventud castigada. Parece tener unos 42 o 44 años, aunque con los yonkis es difícil acertar. Después de contarme su batalla sobre el tocadiscos ha empezado a hablar sobre su interesante vida... (voy a respetar el acento de Charly)

Charly: Habé si me tocan los ciegos este vierne que llevo dos cupone (...) A mi me gusta musho jugá a la lotería de Navidad. Tengo corazonada con los número. Escushaaa, en la pastelería La Isla venden el 69148. Ese va a tocá. He comprado 3 partisipasiones de 23 euros.

Yo: ¿Y por qué te gusta ese número?

Charly: Mira, er 69 por lo de follá (lo dice mientras me enseña un tatuaje en la mano en el que se ven dos corazones simulando esa agradable postura del kamasutra), er tré, por mi madre, mi padre y yo, que somos tré. Y el 48 pa ver si me como un shosho, jajajaja. Vé como lo tengo memorizado.

Yo: Ya veo.

Charly: Escusha. Una vez vi el 13315. Fui a mi casa cogí 200 euro y compré todo el número. No me tocó pero lo tengo en mi dormitorio pinshao en la paré con una shinsheta.

Yo: ¿Y qué significaba para ti ese número?

Charly: Pues mira, a mí me desvirgaron con 15 año en el número 13 de la calle x (no le entendí el nombre)

Yo: Ahhh. ¿Y el 3? Por tu padre, tu madre y tú que sois 3, ¿no?

Charly: Claro. A mí es que lo que me da ala no es el red bull, es la pasta. En cuanto tengo dinero me lo gasto en putaa. Desde que me desvirgaron con 15 año me he jincao a 278 puta.

Yo: ¿Las tienes contadas todas?

Charly: Sinco arriba, sinco abajo. Escushaaa, cogí una herencia de 6 mil euro y en un mé me la fundí. 20 puta en un mé. Gheisha, Ladis, Boheme, San José. Bueno er nombre es Don José, pero yo le digo San José porque aquello es como el cielo. ¿Has ido?

Yo: No

Charly: Tiene que ir. Escusha, cuando murió mi padre le debían 30 mil euro de una obra. Yo le había echado una mano así que lo cobré y ló repartí con mi madre. Le di 12 mil y yo me quedé con 18 mil. Fue en Navidade de 2006. En Nochevieja salí de casa a las 6 de la tarde y llegué 3 día despué. Fui a todos lo puticlú de Graná, y hasta me dio tiempo de ir al cementerio a vé a mis muerto. Eschusha, y sin coshe, to andando de un sitio pa otro.

Ya me tocaba turno y he tenido que interrumpir su interesante relato. Tras atenderme me he despedido de Charly. Me ha dado un fuerte apretón de manos agradecido por haberle prestado atención. Luego me he quedado con las ganas de invitarle a un chisme en el bar de al lado pero yo tenía prisa. También me he arrepentido de no tener cámara, aunque me hubiera dado un poco de apuro pedirle que posara. No sé si al final me hubiera atrevido.

De perogrullo

Desconozco si este poema es muy o poco conocido, pero a mi me encanta y me gustaría seguir el mensaje a rajatabla. No sé por qué coño no lo consigo.


INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.


Jorge Luis Borges

lunes, 25 de agosto de 2008

Mujeres felpudo


Picasso decía que las mujeres sólo podían ser dos cosas: o reinas o felpudos. Para el pintor siempre fueron ambas cosas. Primero se enamoraba perdídamente de ellas, las devoraba y luego las abandonaba. Al final siempre acababan convertidas en un felpudo. Cuando Picasso dejaba de retratar a la mujer/amante que en ese momento compartía su vida significaba que había muerto y que tenía ya una sustituta.

Su comportamiento con las mujeres era propio de un psicópata y sin embargo ellas quedaban enganchadas a él de por vida.

Un ejemplo. Marie-Therésé Walter ténía 17 años cuando conoció a Picasso. El pintor estaba casado con Olga koklova, pero se enamoró perdidamente de la adolescente. Fue tal la influencia de la chica que el pintor cambió su estilo pictórico. Picasso dejó a un lado el frío cubista para hacer una obra más sensual y voluptuosa inspirada en su nueva amante.

Cuando pocos años después élla quedó embarazada dejó de representar lo prohibido para convertirse en pareja estable. Suficiente motivo para que Picasso la abandonara y encontrara en Dora Maar a su nueva musa.

Tan obsesionada estaba la joven con el pintor que conservó durante su vida cajitas llenas de uñas y mechones de pelo Picasso.

Cuando Picasso murió ella decidió quitarse también la vida ahorcándose en el garaje de su casa. Con 68 años y 50 después de haberle conocido, el desamor la llevaba al suicido.

Picasso maltrató a todas sus amantes. Lo paradójico es que todas ellas eran mujeres liberales, independientes, bohemias, y sin embargo, se convertían en esclavas sumisas. Me parece curioso como ciertas mujeres se sienten arrastradas por el magnetismo que ejercen algunos sádicos. Supongo que el misterio, la bohemía, la personalidad nublan la inteligencia y la sensatez. Me da la sensación de que hay mujeres que son conscientes de que ese hombre les va a hacer sufrir y sin embargo, son incapaces de no enamorarse.

jueves, 21 de agosto de 2008

Batalla en Los Angeles

Hace unos veranos me fui a Los Angeles a mejorar mi inglés. Conseguí trabajo en el Múseo de Arte Lationamericano de esa ciudad (llamado Molaa). El museo estaba en Long Beach. Este suburbio es famoso porque allí está atracado el Queen Mary, y porque si vas por cualquier calle solo y de noche es fácil estar como el famoso barco: atracado, pero por cualquier chorizo de los que por allí hay a patadas. De hecho el helicóptero de la poli sobrevolaba a menudo el barrio de mayoría mexicana en el que yo vivía. Tras él siempre iba el helicoptero de la tele. Cuando escuchabas las hélices iba inmediatamente a encender el televisor para enterarme en directo de lo que estaba pasando.
Esos días había un gran debate en la ciudad porque en una de esas típicas persecuciones de Impacto tv se veía a 20 polis sacando de un coche al huído y dandole tal ensalada de palos que el detenido estaba en el hospital con fracturas hasta en el alma. Un par de días despues de este suceso estaba yo en mi museo trabajando. Era lunes y ese día cerraban antes. Era un recién llegado y no lo sabía y cuando veía a mis compis que se iban pirando pensé que el personal se estaba escaqueando de mala manera. En esto llegó una encargada y me dijo que no me preocupara, que ella tenía trabajo atrasado, que saldría más tarde y que me avisaría antes de irse.


Para salir a la calle tenía que atravesar la sala principal y cuando abandoné mi oficina sucedió lo peor. Doing doing doing!!!!!!. La jodida alarma atronaba en el museo. La encargada, por supuesto, se había ido y se había olvidado de mí. El ruido era horroroso y me dirigí al mostrador de recepción a buscar el teléfono de mi jefa. Cuando lo encontré, la llamé y tuve que explicarle a grito pelado mi situación. Ella intentó tranquilizarme diciéndome que la alarma estaba conectada con la poli y que en un par de minutos llegaría allí un SWAT TEAM, los GEOS yankis. También me recomendó que cuando llegara la poli me estuviera quieto, que la poli no es especialmente diplomática y que recordara lo que había pasado dos días antes con aquel desgraciado que detuvieron... Una psicóloga mi jefa. Me dijo que tuviera el pasaporte a mano y que mientras tanto fuera al "lobby room" para desconectar la alarma. ¿Qué coño es un lobby room? me preguntaba yo mientras esperaba que unos polis encapuchados y armados hasta los dientes llegaran en cualquier momento. A esto hay que añadir que el frontal del museo está con rejas y no muros, es decir, desde la calle cualquiera me podía ver correteando por el museo buscando el jodido lobby room. Yo veía "director´s room" "staff room" etc... Al día siguiente supe que el lobby room es un armarito situado apenas a unos centímetros del teléfono. Pero yo me recorrí el museo dos veces buscandolo y nada, no lo encontraba.

En eso escucho el helicóptero de la poli. Ñaca ñaca ñaca ñacaaaaa! Y con su haz de luz enfocando directamente la puerta del museo. Joder, ya están aquí. Dejé de buscar el lobby room, pero mi cuerpo pedía a gritos el toilet room, porque me iba abajo del estrés. En ese momento desde el helicóptero empezaron a decirme cosas por megafonía. Entre la alarma, las hélices, mi pobre inglés, los nervios y que los altavoces del helicóptero no son como los de una minicadena, yo no entendía nada. "Guachipei guachipei, jander peision and the comousion....." Eso escuchaba yo y lo traducía por algo así como: "esperáte chaval que ya vienen mis compis pa'cá, y cuando lleguen te van dar tal somanta de hostias que se te van a quitar las ganas de robar otro museo". Lo único que sabía era que 10 tíos me iban a tirar al suelo apuntandome con sus metralletas y me pisarían la cabeza.
Habían pasado 10 o 12 minutos de infierno y para mi sorpresa el helicóptero se marchó. A la entrada al parking llegó un coche a toda velocidad que frenó haciendo el típico ruido de frenazo ñiiiiiiiiii!!!!!. No era un coche de la poli. Por un segundo pense que venían de incognito, pero no, era uno de los encargados del museo que acudía en mi rescate. Joder, casi le doy dos besos. Me dijo que me fuera a casa que él ya se ocupaba de todo. Me comentó que se iba a montar una gorda, porque el tiempo de reacción del Swat Team debería estar en los 10 minutos, y yo llevaba 15 y por allí no aparecía ningún poli. Los jefazos del múseo se iban a mosquear por esa tardanza. Yo estaba feliz por esa lentitud y me fui para mi casa cuanto antes con la adrenalina que me salía por las orejas.
Al día siguiente en el museo el cachondeo era tremendo. Cuando les contaba lo del helicóptero se descojonaban, pero también se ponían en mi situación y comprendían mi pánico. Lo más cachondo es que me enteré de que el helicóptero andaba buscando a un niño que había desaparecido. Por megafonía daban su descripción por si alguien lo veía. Ainsss, que malo es no saber inglés.

miércoles, 20 de agosto de 2008

martes, 19 de agosto de 2008

Yo necesito amor.

El título de este post no va por mí (que también podría ser) sino por la autobiografía del actor Klaus Kinski. Se llama así y la leí hace un tiempo. Es muy entretenida porque relata la interesante vida de un actor zumbado, histérico, violento, derrochador, erotómano, etc... Es de esos libros que te hacen constantar lo normal que es uno. El tipo se tiraba a todo lo que se movía: actrices, azafatas de avión (en pleno vuelo), amigas, secretarias, etc... Además, como su fama de pichabrava era mundialmente conocida, despertaba pasiones entre las más morbosas. El prácticamente no tenía que hacer nada. Las mujeres se le iban ofreciendo con las bragas en la mano.
Cuando yo era pequeño y vi la peli Aguirre, la colera de Dios, me quedé fascinado con la cara de loco de Klaus. Sus ojos enormemente abiertos atraían inevitablemente la atención. Posteriormente descubrí que el tipo ponía cara de lo que era. Estaba como una regadera. A pesar de su carácter y sus delirios de grandeza, al actor se lo rifaban. Amasó una tremenda fortuna que dilapidó en excentricas fiestas a las que invitaba a kilos del mejor caviar iraní a toda la comuna hippie de Roma.

Para comprobar que el adjetivo zumbado no es exagerado para definir a Klaus aquí van tres ejemplos con vídeo incluido.

1. En mitad del rodaje de Fitzcarraldo tiene una bronca tremenda con el productor de la peli. Los indígenas estaban impresionados porque ellos nunca levantan el tono de voz. Según los indios, si Kinski se hubiera dirigido a ellos en ese tono se lo hubieran cargado. Cuenta la leyenda que en este rodaje (o en Aguirre?) el director tuvo que ponerle una pistola en el pecho para que rodara una escena que se negaba a filmar.
2. En los 70 hizo un tour en el que representaba a Cristo. Como todos los zumbados, se metió tanto en el papel que estaba convencido de que él era el auténtico Mesías. Insultaba al público y claro, los altercados eran contínuos.
3. En su boda monta un pollo tremendo. No sé que le haría el que los casó, pero casi se lo come.








En todo caso os recomiendo el documental "Mi enemigo íntimo" de Werner Herzog, el director con el que tuvo una permanente relación amor/odio. El uno sin el otro no hubieran sido lo que fueron.

lunes, 18 de agosto de 2008

No es photoshop.

Daniel Arthur Mead nació en Bermudas en 1960 y ha pasado a la historia con el apodo de "Long Dong Silver". Se hizo famoso por tener el cacharro más grande jamás visto. 45 cms de largo. Según he leído por ahí, no consta en los archivos médicos nada semejante. El tipo consiguió algo de fama en el mundillo underground de los 80 y 90 trabajando de actor porno. Claro está que el atractivo de sus pelis era su herramienta de trabajo. Por lo visto siempre vivió acomplejado y traumatizado porque la gente sólo le valoraba por su pene. A esto hay que unirle que era contratado para pelis porno heterosexuales y él en realidad era gay. Esto le hizo sentirse aún más desdichado e incomprendido. Se cuenta que alguna de las actrices con las que trabajó llegaron a desmayarse mientras el bueno de Daniel las penetraba. Lo extraño es que no le diera a él una embolia ante la falta de riego cerebral durante una erección.
En el 87 abandonó definitivamente el mundo del porno y supuestamente vive de incognito. Quizás en un día de calentón se le pueda localizar con el google earth.



jueves, 14 de agosto de 2008

Qué mala es la soledad...

¿Es necesario innovar tanto en el "mundo pajilla"? ¿Qué ocurrió con el banco?¿Lo volvieron a colocar? ¿Han ampliado los agujeros con una fresadora? ¿Habrán puesto un cartel con la leyenda "ojo pajilleros"? Si el meñique de la reportera no entraba por los agujeros, ¿qué dimensiones tenía el dedo de la chica? ¿podrían poner una foto de la reportera y sus medidas?



martes, 12 de agosto de 2008

Motivación para una medalla olímpica.

José Luis Abajo consiguió el domingo la medalla de bronce en esgrima. El tipo es madrileño y es más conocido por el apelativo de "Pirri". Fue emocionante su última victoria y la dedicatoria a su recién nacida. Al "Pirri" le preguntaron por los detalles de su éxito, y él respondió que uno de sus secretos ha sido escuchar antes de cada asalto una canción que hacía que saliera motivado y convencido de la victoria. ¿Cuál sería esa canción tan importante para conseguir la medalla? ¿We are the champions? ¿La banda sonora de Braveheart? ¿La de Rocky? Noooo, la canción que le ha dado buena parte de su medalla ha sido una de Gilberto Santa Rosa. Cuando escuché el nombre pense que era un tenor italiano y que nuestro esgrimista es un fanático de la ópera. Pero no. Esta es la canción que le ha llevado al éxito.



¿Para ganar una medalla hay que escuchar esto? ¿Esta canción motiva?
Yo creía que este deporte era elitista y era practicado sobre todo por burgueses de club privado. Otro tópico que cae.
Los chicos de la selección de baloncesto fueron campeones del mundo hace 2 años. Antes y después de cada partido para motivarse y hacer piña cantaban una canción de Ricky López llamada El busto es mío. La letra va de una novia plana cuyo novio le regala la operación de implante de pecho. Luego cortan y él sigue pagando los plazos del crédito que pidió.



Moraleja: cuanto más chunga es la canción que uses para motivarte mejores resultados consigues. Por eso, hay que proponer al comité olímpico español que en el autobús en el que se mueven nuestros chicos por Pekín no dejen de sonar temas como estos para traernos un cerro de medallas.


lunes, 11 de agosto de 2008

El hombre al que le explotaron los brazos.

Un biceps de Greg Valentino medía 60 cms de diámetro. Consiguió ese volumen metiéndose esteroides e inyectándose directamente en el músculo un líquido aceitoso llamado Sintol. Esa sustancia daba volumen al músculo pero en gran medida no era absorvida por el organismo. Es decir, tenía los brazos repletos de porquería. Llegó un momento en el que esta basura empezó a afectar a su salud. El inteligente de Greg tenía tantas infecciones que intentó eliminar el Sintol de los brazos de manera casera: se pinchaba con una jeringuilla y retiraba el líquido. Pero el remedió llegó demasiado tarde y los brazos, literalmente le estallaron.



Ainsss, lo que hay que ver...

viernes, 8 de agosto de 2008

Crónicas etíopes I

En Etiopía la gente es encantadora. Siempre tienen una sonrisa preparada para ti. Al principio te miran con extrañeza. Pero con ofrecer un chicle o cualquier gesto cálido que uno haga es suficiente para tener conversación y romper la distancia con la que te ven. En los pueblillos donde paraba el autobús los viajeros aprovechaban para comer injera. Es el plato nacional. Se desayuna, se come y se cena injera. Es una especie de masa redonda blandita y esponjosa (equivalente a la pizza) hecha de un cereal autóctono de allí. En el centro ponen la chicha de pescado o carne. Casi siempre muy picante. No hay cubiertos. Se come cogiendo un trozo de esa masa con los dedos y haciendo pinza se pilla de lo que hay en el centro y para la boca.




Si estaba en mitad de un viaje en bus pasaba de comer injera. El motivo es muy sencillo: picante, comida fuerte, baches, 3 o 4 horas de bus, tripas, movimiento, apretón, árbol, papel, gente, miradas, sudor, insectos, picadura, testimelón, etc...
Si miras a tu vecino de mesa comer siempre te ofrecerá de su plato. Ofrecer tu comida es un acto de buena educación bastante habitual. Pero también es común encontrarte gente que quier ser aún más educada. Llegué a un pueblillo al borde del lago Tana después de dos días en una patera. Un sitio abandonado de la mano de Dios. A orillas de un lago y sin agua corriente. Después de dejar las cosas en el único y cochambroso hotel de 1 euro la noche (postearé sobre él con fotos) me fui a comer injera con un "guía" que se me acopló. Dos chicas que me vieron con buenos ojos también nos siguieron y entramos todos al "restaurante". Pedí injera para mi compi y para mí. Las chicas se sentaron en la mesa de al lado. Cuando hay especial buen rollo, y se quiere ser muy amable, no ofreces el plato para compartir la comida, directamente se la metes en la boca. Eso hizo esta cordial amiga. Cogió con sus brillantes dedos un buen trozo de injera con carne chorreando en salsa picante y lo acercó a mi boca. En el tiempo en que sus dedos se dirigían a mis labios mi mente se puso en alerta y sólo pensaba en: agua corriente, dedos, brillo, chica, uñas, pis, tenedor, cuchillo, servilleta, heno de pravia... Por lo visto, rechazar un ofrecimiento así es un acto de mala educación tremendo, y que ante las miradas del resto de clientes sería un desprecio horroroso. Así que abrí un poco el hocico poniendo la misma cara que mi perro cuando le das comida que jamás ha probado. Cuando tuve sus dedos dentro de mi boca y ante mi falta de experiencia, me esforcé en no mordérselos. El trozo de injera era de dimensiones considerables, lo que provocó que mis labios hicieran ese movimiento similar al de los peces cuando están asfixiándose para evitar que se me derramara todo por la barbilla. Así que inevitablemente la cosa no quedó en "te dejo la comida en la boca", sino que se convirtió en "joder que trozo más grande, además de meterme los dedos en la boca, sin querer te los estoy chupando". Como yo debía ser el primer blanco que pasaba por ese pueblo en meses, la expectación era máxima. Los clientes casi explotan en un aplauso cuando vieron mis carrillos llenos. La chica tenía un gesto de tremenda satisfacción por su logro, y todo el mundo sonreía. Yo dije "amasanguenalu", que quiere decir gracias. (que gracias se diga así demuestra lo jodido que es el idioma amárico. Me costó una semana aprender esa palabra)
La otra chica decidió no ser menos y pasó también a la acción. Pero hasta ahí habíamos llegado. El rollito mamá/bebé se había terminado. Ya había demostrado que no soy descortés y para ellos ya era un tío enrollado, así que no hacía falta abusar. Con mímica les expliqué que me gustaba más la chicha de mi injera y que la suya picaba demasiado. Hice algún gesto cochino de que el picante me daba cagalera. Estas cosas hacen gracia en todo el mundo y se entienden con mucha facilidad, así que tras unas risas, ya no me ofrecieron más comida. El siguiente ofrecimiento (y con total descaro) fue su propia carne para que nos perdieramos por algún descampado de la zona.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Embalados



Mis muebles ya están embalados y rumbo a otro lugar.

Mi sueños también.
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Risoterapia

Dalida era una cantante egipcia que fue un mito en la Francia de los 60 y 70. Yo no la conocía hasta que hace poco, y por casualidad, me encontré en youtube un vídeo suyo cantando a dúo con Alain Delon. Se trata de una versión de la famosa Parole Parole de Mina.
Dalida se suicidó en el 87. Su muerte fue un verdadero drama. Lo impresionante es la nota que ella dejó antes de quitarse la vida. No puede ser más escueta y triste: "Perdónenme, pero la vida me es insoportable". La pobre pide hasta disculpas.
La versión de Dalida y Delon del Parole Parole es muy divertida. Sin duda, Pimpinela se inspiraron en ellos para su mítico Olvídame y pega la vuelta.



El ejercicio de risoterapia viene ahora. He encontrado esta misma canción en karaoke. Yo la he cantado en el trabajo y me he tronchado de risa. La clave está en hacerlo en voz alta. Si hubiera acompañante para hacer las dos voces, mucho mejor. En todo caso, el resultado es muy divertido. Pero la clave está en hacerlo en voz alta y sin miedo. El no tener ni idea de francés también ayuda mucho. Saquemos al payaso que todos llevamos dentro.

http://www.youtube.com/watch?v=eZFs33Eq0-M&feature=related

martes, 5 de agosto de 2008

La nostalgia de los pingüinos.

Hace tiempo me regalaron un libro llamado La nostalgia de los pingüinos. Es un libro de fotografías realizadas por el austríaco Willy Puchner. Se trata de una parejita de pingüinos (Joe y Sally) que deciden recorrer el planeta como si fueran unos turistas más. Los pingüinos son de mentira, y el fotógrafo carga con ellos haciéndoles fotos en diferentes lugares del mundo. Esto es muy subjetivo, pero a mí estas fotos me generan una melancolía y una ternura enormes.



Me gustaría ser uno de ellos. Viajar por el mundo sin prisas. A ser posible acompañado. Estar en sitios solitarios. Tener una mirada curiosa y receptiva ante todo: lo colosal y lo cotidiano. Lo malo de ver libros de fotografías de viajes es que provocan que me ponga tenso cuando llego a casa y veo mi mochila abandonada en una esquina. (Por cierto, algún día hablaré sobre mi mochila verde boomerang, que me la compré en el 94 para ir a Kenia y que el año pasado cuando fui a Etiopia cumplió 13 años de servicio sin un descosido y aguantando un tute que no veas)

Pero hay que desmitificar un poco. El proyecto del fotografo austríaco es muy divertido, original, tierno, etc... Pero menudo coñazo debe ser dar la vuelta al mundo con los dos bichos estos colgados a la espalda.



Es evidente que, aunque esten bien estas fotos, todos hemos visto fotógrafos mejores. Lo que no había visto hasta ahora es un cuaderno de viaje tan bonito como el que hace Willy Puchner. ¡Qué envidia!



lunes, 4 de agosto de 2008

Noche de fiesta II

La otra noche en el bar latino me sorprendieron varias cosas. La primera es que si te quedas cerca de la barra hay bastantes probabilidades de que te entren las chicas. Pero no todas, sólo las prostitutas. Parece ser, que en la barra se quedan los tímidos, los que no saben bailar, etc... y ellas actúan por esa zona. A mi me entraron 2. A cual más fea. Como soy de naturaleza inocente, con la primera pensé que le había gustado. Cuando se achuchó e hizo una mueca lasciva ya me di cuenta del percal. A la segunda, que además iba borracha, ni la miré. Había dos marroquíes con cara de viciosos que no paraban de cogerlas del brazo, de rozarse con ellas. Como las chicas huían, me dio la sensación de que ellos qerían tema, pero sin pagar.
Las españolas deberían aprender mucho de las latinas. Se les ve alegres, bailan con todo el que se lo pide. No ponen cara de "¿quién coño te crees que eres para interrumpirme la conversación que tengo con mis amigas?".

También es admirable su falta de complejos. Había chicas con un barriga de 3 pliegues y sin embargo iban con camisetas cortas, o muy apretadas.
Otra cosa sorprendente de los látinos es que son mucho más celosos que los españoles, y sin embargo toleran que sus parejas bailen con desconocidos. Lo curioso es que son bailes de ceñirse, arrimar cebolleta, etc... Yo no soy muy celoso, pero reconozco que me pondría tenso si veo a mi pareja bailando con un tipo que está encastrando su tema sobre ella.
Alguien me explicó que existen unas reglas no escritas para que la gente no se ponga tensa. No hay que mirar a los ojos del compañero de baile. Las manos de la chica no pueden bajar de mitad de espalda, y tienen que estar relajadas. El chico no puede tampoco hacer presión sobre la cadera atrayendo a la chica hacia él. A pesar de estas normas, las peleas parece que son habituales.
Habia una parejita con dos amigas más. Una de las chicas salió a la pista con el novio de su amiga a bailar reggaeton. Al minuto ella estaba inclinada hacia adelante, con las manos en las rodillas, y el culo en pompa. El la cogía de las caderas, y se movía ceñido a ella haciendo círculos. Si eso lo hiciera mi pareja sí que me pondría tenso. Pero ellos tan tranquilos. Terminó el baile, y la chica devolvió el novio a su amiga.
Para ilustrar esto un ejemplo del baile más sexual que existe. Atentos al final del vídeo y al peinado del chaval.

sábado, 2 de agosto de 2008

Noche de fiesta I

Son las 11 y pico y tengo aún bastante whisky en el estómago. Si esta mañana me hubiera tomado mi habitual vaso de leche fría, sólo hubiera hecho falta una yema de huevo y unos abdominales para que se formara baileys en mi interior. He llegado a la nave perjudicado. Es lo malo de mi metabolismo, que me levanto borracho y la resaca comienza por la tarde.

Hacía muchos meses que no bebía. Anoche tuvimos la visita del propietario de una discoteca latina de esta ciudad. Siempre lo tratamos bien (entre colegas no solemos cobrarnos) y nos invitó a su garito. Nos dijo que a las 4 iba a haber un striptease espectacular. Después de cerrar para allá que nos fuimos mi socia, su hija (tiene 22 años) y yo. Y joder, es la primera vez en mi vida que veo que un sarao nocturno de estos empieza puntual. Llegamos a las 4.10 y ni striptease ni nada. Luego vi a la striper (vestida) y creo que tampoco nos perdimos gran cosa. El propietario se sentía en deuda con nosotros por tantas copas invitadas. Así que la sosa y guapa camerara rusa (no pegaba en un bar latino) me servía más alcohol del que yo podía beber. La chica era tan atenta que hubo un momento en el que mi vaso de tubo rebosaba hasta arriba de whisky solo con hielo.

El que organizó el striptease se enteró de que yo tengo un bar de ambiente, y estuvo conmigo en plan comercial del circulo de lectores durante un rato que se me hizo eterno. Por el acentó pensé al principio que era marroquí. Pero es español de pura cepa, lo que pasa es que habla así de mal. Me contó los detalles de una pelea de barro entre tías que está organizando para las fiestas de un pueblo de por aquí. Conociendo el ambientillo rural, el espectáculo debe ser terrible. ¡Qué plomo de tío! Me amenazó con visitarme esta semana para seguir contándome posibles fiestas. Me temo que cumplirá su promesa.

Lo malo de salir a esas horas a tomar algo es que se hace tarde al momento. A las 6, llevé a las chicas a su casa. Me pidieron que pusiera musiquirri, pero joder, los cds de mi coche son para circular tranquilo por carreteras secundarias y no para ir con la música a todo volumen por la ciudad. Salvo una canción de The Gossip , el resto era como para parar echarse a llorar en una cuneta. A partir de medianoche la música que últimamente escucho es una nana.

Me fui para casa y como siempre, se me atravesó un zorro imprudente y borracho. A diferencia del último, a este no lo atropellé. Intenté hacerle una foto, pero por supuesto, ni el bicho estaba para retratos ni yo tenía puntería.

Lo bueno de vivir en una casa antigua es la llave. La mía tendrá 10 cms, y por muy pedo que vayas, la metes en seguida sin problemas. (Me acabo de dar cuenta de que esta última frase puede ser devastadora fuera de contexto).


Total, que eran las 6.30 cuando me metí bajo el edredón. ¿Edredónnnnn?!!!!!!! Sí, edredón. El termometro de mi coche marcaba 10 graditos.
Puse el despertador a las 9. Pero como siempre, ese asqueroso reloj vital que tengo me ha despertado a las 8.45. Aún eufórico me he pegado una duchita, he cogido una cocacola helada (lo mejor del mundo para estos casos), una tableta de paracetamol para la tarde y me he venido al trabajo.

Cuando conduces por mi zona te sientes dentro de un videojuego. Soy como supermario esquivando obstáculos. En mi parabrisas deberían aparecer los puntos que voy ganando. Si anoche fue el zorro, esta mañana ha sido una vaca la que me ha hecho frenar en seco. Como no tenga cuidado algún día veréis un post mío titulado "Saludos desde el hospital".





En esta vida todo tiene sentido. Nada ocurre porque sí. Hay que estar atentos a los mensajes que el destino te va dejando. Nada es casualidad. Hay que observar la realidad y sacar nuestras propias conclusiones. Por eso, cuando esta mañana he visto la matrícula del primer coche que he adelantado, lo he comprendido todo...

viernes, 1 de agosto de 2008

Me gusta chupar las piruletas.

La frase del título del post es parte de la letra de la canción "Les sucettes". Es una canción interpretada por la hermosa y cándida France Gall y compuesta por el mitificado Serge Gaingsbourg. La historia es divertida. Serge, intenta abrirse un hueco el mundo de la canción y compone para las "lolitas" que en aquella época arrasaban en Francia. France Galle es el paradigma de jovencita bella e ingénua que encandila a hombres más maduros y maliciosos. Gaingsbourg quiso poner a prueba el candor de France y compuso para ella la cancion "Les sucettes", en español algo así como "los pirulís". El tema es un evidente juego de dobles sentidos sobre la felación. Pero la boba de France no lo pilla y defiende siempre la inocencia de la canción. El perverso y malintencionado de Serge debía estar descojonándose en casa cada vez que veía a France Galle interpretar la canción con tremendo caramelo fálico entre su boca. Después de un par de años viviendo en los mundos de Yupi, France por fin se da cuenta de que ha sido manipulada, y por su puesto, se mosqueó con el compositor y dejó de colaborar con el.
El vídeo no tiene desperdicio. En el siglo XXI es comíco y casi humorístico. En el año 66 era escandaloso. Después de verlo está claro que a la joven France le faltaba un hervor. (Hay que pinchar en este link. sorry, no me ha dejado colgar directamente el vídeo en el post)

http://www.youtube.com/watch?v=6q_srJGOkFE