jueves, 21 de agosto de 2008

Batalla en Los Angeles

Hace unos veranos me fui a Los Angeles a mejorar mi inglés. Conseguí trabajo en el Múseo de Arte Lationamericano de esa ciudad (llamado Molaa). El museo estaba en Long Beach. Este suburbio es famoso porque allí está atracado el Queen Mary, y porque si vas por cualquier calle solo y de noche es fácil estar como el famoso barco: atracado, pero por cualquier chorizo de los que por allí hay a patadas. De hecho el helicóptero de la poli sobrevolaba a menudo el barrio de mayoría mexicana en el que yo vivía. Tras él siempre iba el helicoptero de la tele. Cuando escuchabas las hélices iba inmediatamente a encender el televisor para enterarme en directo de lo que estaba pasando.
Esos días había un gran debate en la ciudad porque en una de esas típicas persecuciones de Impacto tv se veía a 20 polis sacando de un coche al huído y dandole tal ensalada de palos que el detenido estaba en el hospital con fracturas hasta en el alma. Un par de días despues de este suceso estaba yo en mi museo trabajando. Era lunes y ese día cerraban antes. Era un recién llegado y no lo sabía y cuando veía a mis compis que se iban pirando pensé que el personal se estaba escaqueando de mala manera. En esto llegó una encargada y me dijo que no me preocupara, que ella tenía trabajo atrasado, que saldría más tarde y que me avisaría antes de irse.


Para salir a la calle tenía que atravesar la sala principal y cuando abandoné mi oficina sucedió lo peor. Doing doing doing!!!!!!. La jodida alarma atronaba en el museo. La encargada, por supuesto, se había ido y se había olvidado de mí. El ruido era horroroso y me dirigí al mostrador de recepción a buscar el teléfono de mi jefa. Cuando lo encontré, la llamé y tuve que explicarle a grito pelado mi situación. Ella intentó tranquilizarme diciéndome que la alarma estaba conectada con la poli y que en un par de minutos llegaría allí un SWAT TEAM, los GEOS yankis. También me recomendó que cuando llegara la poli me estuviera quieto, que la poli no es especialmente diplomática y que recordara lo que había pasado dos días antes con aquel desgraciado que detuvieron... Una psicóloga mi jefa. Me dijo que tuviera el pasaporte a mano y que mientras tanto fuera al "lobby room" para desconectar la alarma. ¿Qué coño es un lobby room? me preguntaba yo mientras esperaba que unos polis encapuchados y armados hasta los dientes llegaran en cualquier momento. A esto hay que añadir que el frontal del museo está con rejas y no muros, es decir, desde la calle cualquiera me podía ver correteando por el museo buscando el jodido lobby room. Yo veía "director´s room" "staff room" etc... Al día siguiente supe que el lobby room es un armarito situado apenas a unos centímetros del teléfono. Pero yo me recorrí el museo dos veces buscandolo y nada, no lo encontraba.

En eso escucho el helicóptero de la poli. Ñaca ñaca ñaca ñacaaaaa! Y con su haz de luz enfocando directamente la puerta del museo. Joder, ya están aquí. Dejé de buscar el lobby room, pero mi cuerpo pedía a gritos el toilet room, porque me iba abajo del estrés. En ese momento desde el helicóptero empezaron a decirme cosas por megafonía. Entre la alarma, las hélices, mi pobre inglés, los nervios y que los altavoces del helicóptero no son como los de una minicadena, yo no entendía nada. "Guachipei guachipei, jander peision and the comousion....." Eso escuchaba yo y lo traducía por algo así como: "esperáte chaval que ya vienen mis compis pa'cá, y cuando lleguen te van dar tal somanta de hostias que se te van a quitar las ganas de robar otro museo". Lo único que sabía era que 10 tíos me iban a tirar al suelo apuntandome con sus metralletas y me pisarían la cabeza.
Habían pasado 10 o 12 minutos de infierno y para mi sorpresa el helicóptero se marchó. A la entrada al parking llegó un coche a toda velocidad que frenó haciendo el típico ruido de frenazo ñiiiiiiiiii!!!!!. No era un coche de la poli. Por un segundo pense que venían de incognito, pero no, era uno de los encargados del museo que acudía en mi rescate. Joder, casi le doy dos besos. Me dijo que me fuera a casa que él ya se ocupaba de todo. Me comentó que se iba a montar una gorda, porque el tiempo de reacción del Swat Team debería estar en los 10 minutos, y yo llevaba 15 y por allí no aparecía ningún poli. Los jefazos del múseo se iban a mosquear por esa tardanza. Yo estaba feliz por esa lentitud y me fui para mi casa cuanto antes con la adrenalina que me salía por las orejas.
Al día siguiente en el museo el cachondeo era tremendo. Cuando les contaba lo del helicóptero se descojonaban, pero también se ponían en mi situación y comprendían mi pánico. Lo más cachondo es que me enteré de que el helicóptero andaba buscando a un niño que había desaparecido. Por megafonía daban su descripción por si alguien lo veía. Ainsss, que malo es no saber inglés.

5 comentarios:

Tessi dijo...

Por momentos he tenido la sensación que estaba leyendo el argumento de una pelicula :)

Me pasa a mi y me acojono viva.

chuikov dijo...

Pues eso es lo que me pasó a mí. Acojono máximo.

Unknown dijo...

es cierto ... parece el guión de una película :D yo me habría desmayado en una situación así.

besitos

Música dijo...

que mal rato chiquillo..., anda que vaya tela...
me ha encantado lo que entendías cuando hablaban por los altavoces! jajaja: "Guachipei guachipei, jander peision and the comousion.....". Un salu2

chuikov dijo...

Isabel, gracias por pasar por aquí