miércoles, 28 de octubre de 2009

Con mis propios ojos

Nuestros ojos captan las imágenes y las envían al cerebro. Allí, y debido a nuestra experiencia, sabemos en seguida descifrarlas. Si veo una pelota, en milésimas de segundo mi cerebro sabe que lo que estoy viendo es una pelota. Pero, ¿qué ocurriría si no supieramos diferenciar a nuestro padre en medio de un grupo de personas? Si supíeramos que está ahí pero no lográramos identificarlo. O por ejemplo, si viéramos una calle llena de edificios pero no supiéramos cuál es el nuestro. Y así día a día. Sin que la experiencia ni la memoria cuenten para nada.
Esto le pasa a una chica de Cuenca que protagoniza un docu que acabo de ver. Se quedó ciega tras una meningitis y al recuperar la visión se dio cuenta de que el mundo era indescifrable para ella. Veía letras y números pero no sabía qué significaban. Veía a sus padres y sabía que eran ellos por las voces, porque la besaban, pero no porque asociara sus caras.
Ella está perdida en la ciudad. Regresa a casa y tiene que usar trucos para localizarla. Sabe que el portal de su edificio está en el décimo árbol. Ella sabe cuál es el décimo árbol por el tacto no porque lo que ve lo reconozca como árbol. Su razonamiento es el siguiente: "esto es rugoso, y tiene unas cositas verdes arriba, por lo tanto es un árbol. Este boquete de aquí es el boquete que tiene el décimo árbol. Por tanto, ese es mi portal". Sus manos tienen identificadas las 1o cortezas.
Su universidad está pegada a una comisaria. Los policías tuvieron que llevarla a clase muchas veces porque ella no sabía diferenciar ambos edificios. Luego cogió como referencia una papelera metálica. Al tocarla sabía que la siguiente puerta era la correcta.
Leí una historia similar que le ocurría a un inglés. El tipo tenía claro que la mujer que le esperaba todos los dás tras la puerta de casa era su esposa. Él sabía perfectamente que estaba casado, reconocía su voz y cualquier rincón de su cuerpo. Pero si su mujer estaba con más gente no podía diferenciarla. Por eso, siempre que iban a tomar fotografías ella se vestía con prendas rojas. Así la reconocería al repasar los albumes.
Esto tan curioso, creo que nos lo parece aún más extraño porque confiamos ciégamente en nuestros ojos. Todo lo que vemos es verdad. Siempre decimos "lo he visto con mis propios ojos". Y si decimos ésto, nos podemos apostar el sueldo a que no nos equivocamos. Nadie mira un plato de arroz y piensa, ¿qué coño es esto: arroz, alubias, pasta? (la protagonista sabría que está comiendo arroz cuando lo tuviera dentro de la boca) Sin embargo, si que estamos acostubrados a no fiarnos del olfato. Es habitual decir cosas parecidas a: ¿este guiso huele a orégano o a tomillo? O si nos tapan los ojos y tocamos un perro no podemos saber con seguridad si lo que tenemos entre las manos es un mestizo o un labrador.
Vivir con tanta inseguridad debe ser tan estresante.

6 comentarios:

Pecosa dijo...

Uff, qué paranoia. Me recuerda esto un poco a la peli de Memento, y a que pensaba al verla lo mismo que dices tú: qué estrés no saber nada de lo que te rodea, tener que buscar trucos para saber qué es qué y quién es quien...

Muy fuerte lo de esta chica...

Mica dijo...

Qué mal rollo. No sabía que existía esa enfermedad. Cuando lees estas cosas me doy cuenta de lo gili que soy a veces. Si es que nos quejamos de vicio.

Anónimo dijo...

Parece un caso sacado de algún libro de Oliver Sacks. Te recomiendo "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de este mismo autor. Es una recopilación de casos clínicos de lo más extraño que te puedas imaginar.

Arianeta dijo...

Pues es curioso pero cierto, sí. Y estoy contigo en eso de que vivir con tanta inseguridad debe ser estresante. Tendríamos que probar un día a ir con una venda en los ojos y agudizar los demás sentidos. Un beso Chuikov.

Mery Fence dijo...

Esto es parecido a lo que le pasa a la protagonista de la película "El ojo" (the eye, pero no la de la jessica alba, sino la de lee sinje), que tiene que ir a un psicólogo para que la ayude a relacionar las cosas, porque la pobre no sabe lo que es lo que la rodea. Otra cosa más que nos dejas para que pensemos y reflexionemos.

Música dijo...

Mi primo ayer salió de un coma de 7 días debido a una cefalitis consecuencia de la gripe A, si, nos ha tocado la china..., y hoy habla y desvaría (parece ser que su cerebro ahora está en fase de reseteo) lo único que ha dicho correcto es el nombre de su mujer, no recuerda el de su hijo ni q tiene hermanas pero si que su grupo favorito es Mano Negra y el cantante Manu Chao...que cosas...esperemos que todo sea consecuencia del reseteo