lunes, 1 de septiembre de 2008

Yo he movido una roca de 40 mil kilos... o más

El puente de Mayo de 2007 se presentaba largo y sin planes. No tenía trabajo, no esperaba ninguna visita, aún sin amigos en esta ciudad... todo apuntaba a sesión doble de lectura y fútbol televisivo (que tampoco está nada mal como plan). La víspera del festivo buscaba por mi estantería algún libro que no hubiera leído y que me motivara algo. De pronto encontré Tras os montes, de Julio Llamazares. Lo había comprado un par de años antes y tras leer varios capítulos lo había dejado en el banquillo hasta mejor oportunidad. El libro narra el viaje que el autor hace durante 5 días por una comarca portuguesa situada al sur de Orense y al oeste de Zamora. No me lo pensé dos veces. Cogí el petate, el saco de dormir (por si no encontraba alojamiento) y me fui al Carrefour a comprarme la Guia Campsa. Medía hora después de sacar el libro de la estantería andaba ya camino de Zamora. Igual parece una tontería pero el inicio de este viaje sin preparar, a la aventura, y sin saber lo que me iba a encontrar fue más emocionante que una semana en Cayo Coco. El turismo de ahora no es de descubrimiento sino de reconocimiento. Antes de salir de casa ya sabemos lo que vamos a ver. Hemos planificado recorridos, monumentos, hoteles, etc...Todo lo hemos visto en la guía que hemos comprado, en los documentales de la tele, en los folletos de la agencia..., incluso sospechamos hasta las emociones que esos sitios nos van a deparar. En general hay poco margen para las sorpresas.

Este viaje era totalmente de descubrimiento. Salía de mi casa sin saber qué ciudades iba a visitar, ni dónde me iba a alojar. Desconocía si había bosques, o sierras, o si iba a ir por pueblos grandes o sin embargo todo iban a ser aldeas. Sospechaba que si Llamazares había escrito un libro de la comarca es porque la zona sería bonita e interesante. Confiaba en él y yo no tenía nada que perder. Por el índice sabía que eran 5 días de recorrido y ese era justo el tiempo del que disponía.
Total que atravesé Zamora y crucé la frontera ya de noche. Esa noche la pasé en un rancio hostal de Bragança.
Al día siguiente me puse en marcha tras los pasos de Llamazares. Iba yo disfrutando del precioso paisaje de la zona circulando con tranquilidad por las estrechas y mal asfaltadas carreteras de la zona. Paré en un prado a leer y supe que algo espectacular me esperaba. La emoción vendría en un pueblucho llamado Bolideira. Creo que deben tener la Guia Campsa enmarcada en las casas porque aún no se creen que aparezcan en el mapa de tan insignificante que es.
A 150 metros del pueblo se encuentra un peñasco de unas 40 o 50 toneladas (?) y de dimensiones cercanas a un camión mediano. Tendrá 3 metros y medio de alto y unos 10 de largo. Según cuentan los lugareños la piedra la partió un rayo hace tiempo. En un alarde de originalidad, los habitantes de Bolideira han bautizado la roca como A pedra Bolideira (la piedra de Bolideira).
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Pues bien, lo increíble es que si uno se coloca en un extremo de la piedra y comienza a moverla con ganas al final la piedra ¡se mueveeee! Sí, en serio. No estoy de vacile. Es evidente que uno no la puede coger y levantar, pero sí que la puede mover. El secreto está en ser constante. Hay que moverla con los brazos, o doblando la cintura y colocando la espalda entre la piedra y el suelo. Tras unos segundos de movimientos hacia arriba y hacia abajo, se ve claramente cómo la piedra empieza a cimbrearse.
Para comprobar que uno está balanceando la piedra y no es una invención de un escritor bromista aliado con los habitantes de la zona, el mejor método es colocar un palito entre la piedra y el suelo. Tras los movimientos de rigor el palo se doblará e incluso puede troncharse. Con el palo doblándose se ve cláramamente que un flojeras como yo puede mover una roca de 40 mil kilos.
Cuando estaba allí doblando el espinazo intentando mover la piedra pasó un coche que frenó unos metros más adelante y dio marcha atrás. Supongo que debieron parar para descojonarse del bobo ese que estaba intentando mover semejante peñasco. Se bajó un señor y una chica que parecía su hija.
Se acercaron aguantando la risa y empezaron a preguntarme.
Ellos: ¿Se mueve?
Yo: estoy en ello.
Ellos: ¿te ayudamos?
Yo: nooo, déjelo que ya puedo yo solo.
Supongo que si pensaban que yo era retrasado mental sus sospechas quedaron confirmadas de inmediato. Pero como al minuto decidí que ya había hecho suficiente esfuerzo para que la piedra se moviera. Me retiré y efectivamente, el palote se doblaba y estiraba al ritmo del balanceo de la piedra. Les miré con cara orgullosa de: "ya ves gilipollas, si te digo que mis cojones mueven una piedra de 40 toneladas es que la mueven"
Yo había leído lo de la piedra unos minutos antes pero para ellos aquello era una sorpresa aluciante. Les costó un par de minutos cerrar la boca y abandonar la cara de bobos que se les había quedado. Por supuesto que ellos se pusieron también manos a la obra y también consiguieron moverla.
Después de este espectacular inicio de viaje seguí vagabundeando por la comarca. Vi sitios preciosos de los que jamás había oído hablar. Qué cerquita está Portugal y que desconocido es.
Menos mal que en internet hay alguna referencia de la piedra y en flickr he encontrado fotos, que si no, todos pensaríais que todo era una trola.

9 comentarios:

[..La chica triste que te hacía reír..] dijo...

Dicen que si te esfuerzas con algo lo consigues y es algo que yo nunca me he creído. Por eso inventan estas cosas...para que confiemos.
Digo yo.
A partir de ahora, eres el nuevo Musculman.

Pecosa dijo...

Qué bien que hables de Portugal. Dentro de tres semanas me voy a Lisboa (sí, en una de esas rutas de reconocimiento de las que hablas... qué quieres!!yo no tengo tantos cojones!).

De todas formas, te doy la razón en algo: Portugal es un país tan cercano y desconocido... Con lugares maravillosos. Me muero de ganas de ir.

(Por cierto, ¿es verdad que las mujeres son bigotudas y los tíos están cañón?)

chuikov dijo...

Si que vi algunas bigotudas pero menos de las esperadas. Los chicos son mucho más guapos que ellas pero no sabría decir si están cañón.
No pasa nada por hacer turismo de reconocimiento. Está bien ir a sitios a los que llevas años soñando visitar.

Música dijo...

me encanta cuando encuentro aventuras sin preparar, sin marcarse objetivos, ...abierto a lo que venga. Que bien te lo pasas!

Música dijo...

ya han dejado de interesarte mis comentarios...snif ,snif

chuikov dijo...

No amiga. Me siguen interesando tus comentarios. Lo que pasa es que ahora tardo más en responder porque no tengo internet en casa y tampoco tengo trabajo, asin que...

Música dijo...

sin trabajo?, espero tengas algo a la vista o por lo menos que no te esté afectando de mala manera, se pasa regular con los cambios laborales, yo este año hasta que me he resituado...ha sido...extraño. Mucha mierda rey, q esto es como el teatro...hemos venido a este escenario de dementes...
Mi corazón se alegra que mis comentarios te sigan interesando

chuikov dijo...

gracias amiga. ya saldrá algo.

Música dijo...

seguro que algo fantástico te está esperando, el momento menos pensado: la única fiesta de guardar