viernes, 12 de septiembre de 2008

Un souvenir

Según el pedante de Sanchez Dragó un viajero jamás compra souvenirs, eso sólo lo hacen los turistas. Pues yo lo hago a veces. En enero estuve en Siria 5 días. Allí hay mucho que ver y, en mi opinión, pocas cosas interesantes para comprar. En sitios exóticos me gusta visitar los supermercados, pararme en las tiendas de ropa, jugueterías, es muy divertido ver escaparates de trajes de novia, etc... En el zoco de Damasco me paré ante el escaparate de una mercería. Cuando ví aquella ropa interior femenina no puede evitar caer en la tentación de comprarla.




Esta es la parte de arriba del conjunto. Como se puede observar, en cada copa hay una especie de gracioso pom pom sobre el que está recostado un alegre pajarillo similar a un gorrión. En el centro hay un artilugio con un botón rojo que si lo presionas salen todo tipo de luces de colores.




La parte de abajo es un precioso tanga sobre el que también hay un pompon bicolor y otro alegre pajarillo que parece estar esperando comprobar de qué tamaño será el susto que se le avecina. El "cordón" de abajo se divide en dos, dejando un espacio libre para que el amante de la portadora de este tanga no tenga que quitarlo si quiere una penetración libre de obstáculos. Lo mejor de esta braguita es que si presionas el gorrión sale una cancioncilla en árabe. Es evidente que no entiendo la letra. Supongo que el objetivo es que la música se dispare automáticamente cuando chocan pubis contra pubis (a riesgo de que el pico del gorrión te perfore el apéndice).
Me costó uno o dos euros, no recuerdo. Pero prometo que no lo compre en una tienda de artículos de broma, sino en una mercería de lo más tradicional.
Por cierto, y a modo de curiosidad, cuando cambian de ropa a las maniquís les ponen papel de periódico en las bufis y en el pelufillo para que desde la calle los tíos no se pongan cachondones con semejante espectáculo.

5 comentarios:

Pi dijo...

Yo te propongo que graves un vídeo (sin modelo, claro, o con ella, es tu decisión) para ver los efectos sonoros y lumínicos. Enplan vídeo musical, y así no shacemos una idea de cómo sin los bichitos de perfil y esas cosas. Me encanta el peinado rubio del pajarito (uy!) del tanga. Qué mono! jajajajja
(haz el vídeo,plisss)

Pi dijo...

(grabar, con B. Qué vergüenza!)

Anónimo dijo...

La idea de Pi me parece genial jajaja...

chuikov dijo...

vale, os haré caso. pero el cacharrito de las luces dejó de funcionar (y no por uso precisamente). se le gastaron las pilas. pero el pajarillo sigue en activo.

Pecosa dijo...

Ya me habían contado que, irónicamente, en los mismos países en los que las mujeres tienen que recatarse a la hora de vestir para salir a la calle; luego resulta que a la hora de la intimidad, para gozo del machote, les hacen ponerse los conjuntos mas impensables...

Que el conjunto tiene su gracia (apoyo la moción del vídeo, por supuesto, ya que estamos...), pero las circunstancias que rodean a las mujeres allí no la tienen tanto...