lunes, 6 de octubre de 2008

Noche de humo

El sábado pasado fuimos a un bar donde el ambiente estaba tan cargado que casi no se veía el humo. Nuestra principal diferencia con el resto de clientes es que a nosotros nos preocupan los problemas y a ellos los diagnósticos. Es lo que tiene ir a un piano bar forrado de madera, terciopelo y moqueta, que sientes que cuando vuelves a casa puedes llamar a tu abuela para hablarle de las tías con las que has estado.


El Toni2 es de esos bares en los que el propietario está convencido de que su negocio durará mucho más que sus parroquianos. Un sitio en el que los hijos de los clientes toman whisky en lugar de una fanta con patatas fritas.
Junto a la entrada había un gran cartel que decía “Este local dispone de libro de reclamaciones y desfibrilador homologado”



Juana mintió cuando confesó tener 58 años. Rosa y Mari, se negaron a decir su edad. Juana quería más marcha y pedía rumbas al joven pianista ruso. Me da la sensación de que con un piano es jodido tocar a Peret sin que suene ridículo. Rosa dijo que es de Madrid, pero Mari nos confesó que su amiga en realidad es francesa y por eso canta muy bien en ese idioma. Mari había tomado tantos cubatas que cuando se sentaba rebosaba y el whisky salía por la comisura de sus labios. A pesar de eso, se marcó un buen Rien de rien.

Era borde. Mientras cantaba, un espontáneo elevó demasiado el tono y ella paró y dijo: “Caballero, si prefiere cantarla usted…”
A medida que avanzaba la noche se fueron reduciendo las generaciones que nos separaban de nuestras vecinas. Incluso cantamos en grupo Libre de Nino Bravo.
Dicen que un bolero es la distancia más corta entre dos puntos. Nosotros éramos 8 y Perfidia nos unió un poco más.
“Me encanta ver a jóvenes cantar las canciones de antes”. Lo decía la simpática Mari. Eso dio pie para que recordáramos viejos temas de Matt Monro, Victor Manuel, Frank Sinatra.
Cheack to Cheack, La zarzamora, My way, El abuelo fue picador, así transcurría la noche más divertida de los últimos tiempos.


Ximo, que es de los pocos del grupo que tiene los oídos bien colocados, también quiso tener su minuto de gloria junto al pianista más triste de los 4 que se turnaban. No recuerdo su canción, pero cuando vi a todos los modelos de “grecian 2000” y “just for men” cantando al unísono, le dije a Antonio: “A tu hermano lo contratan aquí”. Al rato Ximo me lo confirmó: “Me han ofrecido venir a cantar”.
A las 4 y pico pagamos y decidimos irnos a casa a tomar una sobredosis de oxígeno. Cuando nos fuimos el piano bar seguía lleno.

12 comentarios:

Pecosa dijo...

Qué mundillo este de los karaokes... yo nunca he cantado en ninguno, no canto en público. Jamás (a no ser que me emborrachen, claro. Eso ya son fuerzas mayores).

La última vez que entré en uno (la semana pasada en Lisboa) una adolescente salió a cantar "It's oh so quiet" de Björk. ¡Lo hizo tan bien que luego cualquiera salía a cantar! "Cualquiera" salió, pero yo no.

chuikov dijo...

no era karaoke, la gente cantaba a pelo.

Mrs Jones dijo...

ay, ahora me han entrado unas ganas de cantar enormes...

Pecosa dijo...

Ufff... peor me lo pones...

Música dijo...

jajaja, me ha recordado hace unos años que estuve trabajando dos noches por semana en un piano bar en Córdoba, fué una época de mucho trabajo hostelero y para rematar la faena los fines de semana al piano bar, pero era mejor que trabajar en un pub de moda, más tranquilito el ambiente y el personal de lo más educado, yo servía las mesas con una riñonera que parecía más que estaba en un bingo que en un bar jeje, la cara de satisfacción del cliente de turno cuando le servías su bebida con un solo hielo como a él le gustaba, las propinas generosas de las personas agradecidas por mimar su ratito de entretenimiento en el otoño de su vida..., gracias Chuikov por llevarme de nuevo a esos momentos, fueron gratos y aprendí mucho.

Mery Fence dijo...

No, si a los ancianos cuando se les pilla de buenas, te echas unas risas, pero como les pilles de malas (que suele ser casi siempre) no hay quien les aguante.

Mery Fence dijo...

Por cierto, hablando de los karaokes, son una pasada. Recuerdo que celebré mi 19º cumpleaños en uno de chueca cantando Like a prayer de Madonna y fue la bomba. pero ya quedan muy pocos. ¡Qué lástima!

Unknown dijo...

a) ¿Qué coño hacías en un piano bar?
b) ¿Eres gerontófilo? Lo digo por esa afición que tenías en sabor a enrollarte con ellos por teléfono, que eran tu fuerte
c) ¿Tú sabes que a mitad de tu blog sale un cuadro freake así como un reproductor de canciones que impide leer la parte central de tus posts?

www.lacoctelera.com/mariliendre

chuikov dijo...

al piano bar me llevaron, nunca se me habría ocurrido ir. con los viejetes es cierto que conecto bien. lo del cuadro freak es la primera noticia que tengo. yo entro a mi blog desde diferentes ordenadores y locutorios y jamás me ha pasado nada similar. no será un problema del tuyo?

Emilio Ruiz Mateo dijo...

A ver, por Dios, que EL TONI2 NO ES UN KARAOKE. Nada que ver. Allí no hay pantallas con la letra de las canciones, ni la gente va a hacer el ridículo: en el Toni2 la gente que canta, canta bien. Y el ambiente es un viaje a la España de hace unas décadas, la del destape y la caspa.

No tiene NADA que ver con un karaoke. Me ofende quien diga lo contrario.

Pi dijo...

Humm, Fantástico se mosquea, ofendido, Chiukov, y eso que ya has aclarado que es un piana bar,
jejeje. No, por Dios, que yb bar en el que la gente se se trata de "caballero, haga el favr..."

Pecosa dijo...

¡¿Qué te pasa con el teclado, Pi?! ¡Que se te lengua la traba, ¡Jajajajajajaajj!