Los flechazos

El dueño de mi gimnasio, ese que os conté que tocaba el piano con el cimbel, está con una chica que es peluquera. Tienen un hijo en común. Ella es chiquitina, pero como los que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición, también tiene el cuerpo curtido tras horas y horas de ejercicio. Una vecina de cinta me contó cómo se conocieron. Él, además de su negocio, también es "boys". Ella estaba en una despedida de soltera y se ve que cupido andaba también por ahí. El hecho es que abandonó a su marido con el que llevaba casada 4 años y muchos de novios por ese tipo de cuyo rabo colgaba una toalla. Que vale, que los flechazos son inesperados, que uno se puede enamorar en el metro, en una fiesta o en un accidente de tráfico... pero enamorarse de un streaper mientras está trabajando me parece de lo menos romántico del mundo. ¿Cómo le contará a su hijo cómo conoció a su padre?: "cuando vi a tu padre echarse nata en el pecho y ví como la tia Marta le quitaba la nata de los pezones con la lengua, me di cuenta de que era el hombre de mi vida".