El trabajo y la piel

Ayer me quemé. Fui a un embalse por un camino de esos que dices "sólo lo conozco yo" y estuvimos como Dios tumbados al sol y bañándonos. El lugar estaba vacío y hermoso, pero alto. El sol me quemó el pecho y los brazos. Tenía unas sospechosas manchas blancas que hacían que mi piel pareciera un vestido de gitana rojo con lunares blancos. Esta mañana todos dieron su diagnóstico. Un 60% decían que eran hongos. Un 40% que alergia al sol. Fui al gabinete médico y me dijeron que no sabían lo que era pero que debía ir si falta a mi médico de cabecera porque esas manchas no tenían buena pinta. Casualmente hoy vino una dermatóloga. Me sacó de dudas y me sentí un poco estúpido. Las manchas eran salpicaduras del protector solar que había rociado a mis acompañantes y que yo no me había echado. Como era factor 35 pues había funcionado perfectamente. Y yo haciendo esta mañana la bromita de "a ver si os creéis que me he dado la crema con la punta de un dedo..." En todo caso, hay mucho listo suelto. Se ha confirmado que de fútbol y medicina todos tenemos opinión.

Ahhh, y todo esto en el día en el que mi antigua productora me ha tanteado para que vuelva 4 años después. He rechazado subdirigir un nuevo programa de la cadena. Vaya dilema durante todo el fin de semana: ¿me voy y me cierro las puertas de mi actual empresa para el futuro, o me quedo y me cierro las puertas de la empresa que me quería fichar?