Tensión en el plató

Conversación mantenida ayer en un plató con una chica cámara veterana, desganada y desmotivada. La discusión la mantenemos a las 17.00 hs. Una hora antes hemos hecho el ensayo de una performance. Se trata de un truco de magia y la cámara sólo tiene que coger un plano medio y mantenerlo fijo sin enfocar al suelo. Jamás había hablado antes con ella. Se trata de mi primer enganchón en 4 meses. Estoy explicando unas cosas a la presentadora y me interrumpe.

Cámara: ¿no sé por qué los guionistas tenéis que hacer las cosas que hacéis?
Yo: mmm, ¿perdón? ¿a qué te refieres?
C: a lo del truco. ¿Por qué no hacéis cosas en el sofá y tenéis que complicaros... y complicarnos la vida?
Yo: (de buen rollo y dudando si estaba de coña) Tu qué quieres, que la gente este siempre quietecita en el sofá y no se te salga de plano, ¿no?
C: (totalmente en serio) Claro, para qué andar con estas gilipolleces que se os ocurren...
Yo: (sintiendo que me estaban tocando los huevos) O sea, que si vas a los juegos olímpicos, o renuncias a ir o le pides a los atletas que vayan despacito para que no se te escapen, ¿no?
C: Es que no entiendo...
Yo: (mosqueado) Es que no tienes que entender nada... Me la pelan tus opiniones sobre el programa y mi curro, casi tanto, como a ti las que yo tenga sobre cómo enfocas. La diferencia es que yo jamás iría a decírtelo, para eso está tu jefe. (La presentadora flipaba mientras en ese momento recordé un diálogo de Juno) ¿Tu eres cámara, no?
C: Si.
Yo: ¿Y si jugamos a hablar cada uno de lo que sabemos y me dejas de tocar las pelotas?

Hora y media después. El plano que debía ser fijo para no enfocar el suelo y desvelar el truco, casualmente se abrió.