domingo, 12 de abril de 2009

El bar

Ir al bar del barrio de mis padres en Granada a ver el fútbol es toda una experiencia. Además de ver el partido uno tiene la sensación de estar en el club de la comedia. El sábado en el bar apareció un viejete de unos 90 años con unos auriculares enormes. Es pintor y cuando ve a una chica sola se lanza como un lobo por ella y le hace un retrato y le tira los tejos. Parece menor de 90, pero no tanto como para que ninguna caiga en su red. El sábado pidio una cerveza "con poco alcohol". El camararero le dijo que o con alcohol o sin él, pero lo que se dice una cerveza con poco alcohol no tenía. El viejete insistia en que tuviera "poco alcohol". Así estuvo atascado varios minutos, hasta que el camarero le puso una "sin" y una normal, y se las mezcló en un vaso. Todo el mundo se descojonaba y más cuando se le cayó al suelo su enorme walkman, tras lo que un cliente gritó, "¡que se te ha caido el ipod!" para mayor risotada. Pero el tío estaba feliz con su cerveza con poco alcohol.

Hay otro viejete de más de 90 años. Estaba en primera fila viendo el fútbol. Cada uno o dos minutos alguien le tiraba una bola de papel a la cabeza. Si se atrevía a mirar le caían 10 o 12 a la vez. Le llaman "Gurugú" (como el monte). Cuentan que vive en un 3º sin ascensor y que como tiene muy mala memoria está todo el día subiendo y bajando escaleras. (de ahí lo de subir al Gurugú). Por lo visto, el no tener ascensor le ha salvado la vida. Tiene un bastón de madera y cuando le tocan mucho los huevos se lo pone al hombro como si fuera un bate de beísbol. Él dice que no le importa matar a alguno porque con su edad ya no va a la cárcel.

Hay otro que estaba muy pedo que se llama Justo. Es policía municipal y dice que lo que más quiere en este mundo es su 014. Es el código de la moto con la que patrulla. El tío no paraba de gritar hasta que el dueño le dijo: "Justo, que Marisa está en la puerta". En ese momento se calló y se escondió tras una columna". El descojono era máximo, y con cuatro vinos encima... Pero no era coña, al tío le cambia el gesto cuando aparece su mujer.
Marisa, tiene 5 hijas, dos son de Justo. El día anterior me la presentó con la siguiente frase: "cuando te ve en el programa se parte el coño de la risa". Que digo yo que con 5 hijas ya lo tendría cascado de antes.

Eduardo está superando una leucemia a base de quimio y de mucha cerveza. Ahora está engordando y parece que todo va mucho mejor. Dice que quizás en otoño vuelva al trabajo y que con suerte igual le dura la baja hasta 2010. Este es otro de los que tiene la sexualidad frágil como Marisa, porque también me dijo que el otro día se había "partido la polla de risa". Son muy finos en ese bar.

Hay otro tío que es jefe de zona de un banco. Está bastante sordo. Durante el partido se le acercan por detrás y le dicen de todo al oido. Desde insultos a piropos. Como ya lo sabe, está todo el rato pendiente de los reflejos para pillar a los tocahuevos. Su frase habitual es: "¡Que estoy sordo, no gilipollas!" En todo caso no debería quejarse demasiado porque él es uno de los principales lanzadores de objetos a Gurugú y compañía. Ya se le ha pedido formalmente al dueño del bar que no le pongan panchitos, ni almendras, ni nada similar. En una visita al baño, le quitaron la mesa, la silla, el abrigo y la cerveza.

Pues estos son simplemente algunos de los frikys que aparecieron el otro día. Como era sábado santo y había procesión faltaron muchos. (Por cierto, una procesion con ¡20 pasos! Sacan los tronos más importantes que han desfilado durante la semana. Es decir, es una especie de procesión zapping). En un partido más importante y sin competencia desleal del catolicismo aquello es un despiporre.

6 comentarios:

ulises dijo...

¡Qué pasada de bar!, mejor dicho, vaya cuadrilla de clientes.
Seguro que allí el partido es lo de menos.

Pecosa dijo...

¡Quiero ir a ese bar!

Música dijo...

que arte!, me ha recordado momentos en el pueblo de mis padres, solo hay 3 bares, te puedes imaginar la fauna, a mí me encanta!, quedaré con Pecosa y nos iremos a recogerte para echar allá unas cañas

Mery Fence dijo...

Me da penilla Gurugú...

Anaïs Lechat dijo...

Vaya bueno! Lo de los bares es una civilización aparte jeje
Ya me iba cuando me dí cuenta del dibujo del plato, qué guay.

Habitante dijo...

Y cómo llega papá a esos lugares? Tiene un imán...